La religiosa dejó de existir a los 94 años, de los cuales73 años los consagró a su vocación misionera.
Quienes la conocieron la recuerdan por su espíritu alegre, de oración, de fraternidad y por su amor por las más pequeñas, en quienes veía la bondad de Dios.
Cabe destacar que Chinellato vivió durante 61 años en Magallanes, realizando su trabajo misionero en el Liceo María Mazarello de Puerto Natales, Liceo María Auxiliadora de Punta Arenas, Instituto Sagrada Familia y en el Colegio María Auxiliadora de Porvenir. Múltiples generaciones de ex alumnas recuerdan su cariño y enseñanzas.
Sus funerales se realizaron ayer, a las 14.30 horas, en la capilla de la casa de retiro Sagrado Corazón y posteriormente sus restos fueron trasladados hasta el Cementerio Metropolitano.
En tanto, en la Catedral de Punta Arenas, la familia salesiana y la Diócesis de Magallanes ofrecieron una eucaristía en memoria de la religiosa.