Evitando
una condena de siete años de cárcel, un imputado por delito de abuso sexual
aceptó ayer los hechos de la investigación que llevaba la Fiscalía en su contra
y fue condenado.
Según
lo señaló el fiscal jefe de Punta Arenas, Fernando Dobson, el imputado aceptó
los hechos por los que fue denunciado. “Se trataba de una imputación de antigua
data, por hechos que transcurrieron desde el año 2009 al 2013, y que fueron
denunciados un año después en la Fiscalía de Calbuco. Se trataba de un delito
de abuso sexual reiterado y se postuló un procedimiento abreviado donde estamos
pidiendo una pena de cinco años de cumplimiento efectivo. El tribunal ya emitió
un veredicto de condena, y estamos a la espera de lo que se resuelva en la
sentencia si se condena a estos cinco años o se accede a lo que pidió la
defensa de una pena de tres años. Nosotros entendemos que no tiene derecho a
una pena sustitutiva, porque el imputado registra dos condenas, una del año
1997 y otra en el año 2012, que entendemos que le impide cumplir en libertad”.
El imputado
se mantiene en prisión preventiva desde marzo de este año, luego de ser llevado
al Juzgado de Garantía por una orden de detención, por no asistir a la
audiencia de formalización por este caso. En esa ocasión fue enviado a prisión
preventiva por los antecedentes que se expusieron en la audiencia, que lo
sindican como autor de un delito de abuso sexual, denuncia que fue presentada
en la Región de Los Lagos por el padre y la tía de la niña, a quien la menor
confesó lo vivido durante cuatro años. Esto motivó al padre a quedarse con su
hija en Calbuco, ya que a su juicio la madre de la menor no había hecho nada
para revertir la situación.
La
víctima entre su testimonio, recordó que desde los 9 años y hasta los 12 le
realizaba tocaciones cuando quedaba a solas con la pareja de su madre. “En
diciembre faltaban pocos días para viajar a Calbuco. Estaba durmiendo en mi
cama y ya había salido de clases, tenía mucho dolor en mis partes íntimas, y lo
vi (al imputado) con sus pantalones abajo, acostado a mi lado. Ahí se subió
sobre mí y empecé a forcejear y se fue, nunca me decía nada cuando hacía eso.
De ahí como si nada me llamó a tomar desayuno”.
La
Fiscalía solicitaba una pena de siete años de cárcel, pero al aceptar la
acusación, el imputado arriesga ahora hasta cinco años de presidio, sentencia
que se dará a conocer el próximo viernes 8 de septiembre a las 12.15 horas.