Un grave hecho de violencia intrafamiliar quedó al descubierto pasado el mediodía de ayer en el Tribunal de Garantía de Punta Arenas, luego de que una adolecente de 16 años fuera formalizada por violencia intrafamiliar.
Luego de que se realizará el control de detención respectivo y se encontrara que el procedimiento policial realizado por Carabineros se acogía a derecho, el fiscal Manuel Soto le comunicó a la joven que el Ministerio Público iniciaba una investigación en su contra por los hechos ocurridos durante la jornada sabatina, cuando la menor se encontraba discutiendo con su hermana de 12 años al interior de la vivienda que comparten junto a sus padres.
En un instante de la discusión intervino la madre, la cual trató de que su hija de 16 años intentara calmarse, no pudiendo lograrlo, causando que esta se ofusque aún más y además de agredir a su hermana menor, procediera a tomar una plancha para el pelo, comenzando a propinarle golpes a su madre.
La joven siguió su marcha y caminó hasta un sitio eriazo, ubicado en el sector sur de Punta Arenas, donde tomó otra botella, la cual rompió y con el gollete se auto infirió cortes en los brazos. Carabineros ya estaba avisado de la situación, procediendo a detenerla y trasladarla hasta el Hospital Clínico de Magallanes para que constate lesiones.
Pese a que la Fiscalía dio una salida alternativa para la adolecente, si es que hubiese admitido los hechos, ésta señaló que no los admitía, por lo que se realizará un proceso judicial completo en su contra, con preparación de juicio y juicio, lo que quedó fijado para octubre.
Antes del término de la audiencia, el fiscal Manuel Soto, a petición de los padres, solicitó la medida cautelar de abandono del domicilio y la prohibición de acercarse a sus padres, situación a la que se opuso el abogado defensor Richard Maldonado, señalando que esa medida cautelar perjudicaría aún más a la adolecente, siendo esta última teoría la acogida por el juez Pablo Miño, quien ordenó a la menor a que se someta a tratamiento para remediar su comportamiento.
Luego de ello se dio por finalizada la audiencia en este caso, pero se retomó un proceso que la adolecente tenía pendiente, y que tiene relación a un delito de receptación cometido en mayo del 2016, en el sector sur de Punta Arenas, oportunidad que fue sorprendida junto a otros tres menores circulando en un automóvil que mantenía encargo por robo.
En este proceso también se ofreció una salida alternativa para la menor, si es que admitía su responsabilidad, pero la joven no aceptó tener responsabilidad en el hecho, quedando para octubre el proceso judicial, pudiendo retornar a su vivienda como si nada hubiese pasado.
Agregó que esto empezó cuando ella tenía 12 años, “empezó con rebeldía, a portarse mal y la derivaron a una serie de programas, nos citaron a todo y nosotros íbamos a todo, a terapias de familia. Ella dejó el colegio, ahora está en un sistema de dos por uno, pero no va nunca a clases, sale a las doce, hay semanas enteras que no llega a la casa, que no aparece, y se levanta a las tres de la tarde y si no le tienes comida que le gusta va y se enoja. Lamentablemente toda la protección es para ella, pero nadie piensa en mis otras hijas, ahora ella se fue para la casa y están mis otras dos niñas durmiendo, y si les hace algo quién responderá. Realmente está fallando el sistema, nosotros tenemos temor de estar allá en la casa”.
Por su parte la madre, entre lágrimas, dijo que “para mí como madre es súper difícil lidiar con ella, ya no se qué hacer, uno le dice algo y explota, siempre la tratamos de evitar, en el sentido de no discutirle nada, mis hijas tienen miedo de quedarse con ella en casa, y yo también, no puedo ni dormir bien por el miedo a que pueda hacernos algo mientras estamos dormidos, nunca se sabe con ella lo que pueda pasar”, señaló la madre, quien clama por ayuda para que su hija sea internada en un centro del Sename y pueda ser intervenida de manera eficaz.
El padre comentó que incluso en algunas oportunidades la menor le ha robado todo el sueldo, como también a otros integrantes de su familia, señalando que incluso intentaron que viva con su abuela, pero las actitudes de la adolecente hicieron que la mujer desista en cuidarla, ya que no la obedecía.
Ahora esperan que la citación del Juzgado de Familia llegue lo más pronto posible para que puedan enviarla a algún centro, incluso fuera de la región, para que pueda ser intervenida y ellos puedan encontrar la paz como familia.
Hay que indicar que el nombre de la menor ni de los padres se puede dar a conocer al tratarse de un hecho que constituye el delito de violencia intrafamiliar.
Dentro de los próximos días la familia deberá comparecer ante el Juzgado respectivo, donde buscarán brindar otra solución, que pueda ayudar a la adolecente y sus padres.