En una ciudad que ayer lucía casi como un día feriado, la jornada de clases resultó con escaso alumnado en los pocos establecimientos que realizaron normalmente sus actividades, al no programar a tiempo los interferiados de esta semana.

El director interino de la Escuela Bernardo O’Higgins de Punta Arenas, Julián Mancilla, cifró en un 70% la asistencia de alumnos a la jornada matutina del establecimiento y una cifra superior en la jornada de la tarde.

Más aún, el directivo llamó a los apoderados del colegio a enviar a sus hijos a clases el próximo viernes 22 de septiembre.

 Sin embargo, en algunos cursos, la falta de estudiantes impresionó a algunos niños. “En mi curso vinieron sólo seis compañeros”, nos dijo, con cierta desazón, Carla Vásquez, quien nos explicó por qué en su caso decidió asistir a clases. “Yo lo hice por un sentido de responsabilidad, pues estoy haciendo un trabajo de Ciencias”, indicó.

¿Por qué hacer clases?

En rigor, ésta no debiera ser una duda legítima, ya que el deber esencial de un colegio es impartir educación, el hecho que haya sólo dos jornadas escolares en esta semana llevó a la mayoría de los establecimientos a programarse anticipadamente y recuperar los interferiados.

A su vez, el director interino del establecimiento, Julián Mancilla, expresó que la decisión de hacer clases el día de hoy y el viernes, fue adoptada “por esta dirección con el apoyo de nuestro equipo técnico”, expresó. Y el motivo de esta decisión, explicó, es que “la experiencia nos indica que si hubiéramos trasladado estos dos días de clases al final del año lectivo, lo más seguro es que los hubiéramos perdido, pues en esas fechas es muy difícil que los padres envíen a sus hijos a clases”.

Alternativas

Otros establecimientos, en tanto, optaron por un camino diferente. Fue el caso de la Escuela República de Croacia, que ayer convocó a sus estudiantes a una gran “cuecada” en el hall central de Zona Franca.

Su director, Ramón Alvarado, explicó que tradicionalmente la jornada (ayer) está dedicada a una gran “cuecada”, como parte de su proceso lectivo, pero que debido a las reparaciones que se están efectuando en el gimnasio del colegio, se optó por una alternativa diferente. “Tuvimos la invitación de la Zona Franca para presentarnos y lo hicimos, pues para el colegio, reforzar la enseñanza de la cueca, como nuestro hermoso baile nacional, es uno de los valores más importantes de nuestro establecimiento”, indicó Alvarado, quien enfatizó la importancia de esta tradición como un importante signo de identidad nacional.