El 2015 se vivió un nuevo drama en la Región de Magallanes, con la desaparición de una persona.
Se trataba de Irma Solís Cruces, profesora, quien había llegado a la zona en compañía de su ex pareja.
Todo marchaba bien hasta que, misteriosamente, perdió contacto con su familia en la localidad de Chillán.
Desde ese entonces, han transcurrido nueve años. Hoy, su hija de entonces 12 años, es mayor de edad.
La investigación del hecho quedó a cargo de la Fiscalía de Punta Arenas, luego de que sus pares de Chillán derivaran los antecedentes de la denuncia que fue puesta por los familiares.
Desde ese entonces, nada más se supo de la mujer, completándose casi una década desde que supieron de ella en un último contacto telefónico.
Eduardo Solís, tío de Irma, conversó con Pingüino Multimedia. El hombre da cuenta del drama familiar, del dolor de una familia que se ha ido derrumbando por todo lo que han pasado; incluso, la salud del padre de Irma se ha deteriorado considerablemente por todo lo que les ha tocado vivir.

Cambio de fiscal
“La verdad que abandonaron por completo todo. Mi hermano entró a una etapa muy crítica, porque a raíz de la depresión le dio una trombosis múltiple, ya no puede ni atender el teléfono; el quedó muy mal por todo esto, no se le entiende lo que habla, está afirmado con bastón, y la decisión de sacar al fiscal (Eugenio) Campos del caso... Lo cerraron, dijeron que no había nada más que hacer y cerraron el caso, nos pudieron ver qué pasaba, la investigación del fiscal Campos quedó en nada, y él tenía nombres y todo. Si nosotros hubiésemos estado en Punta Arenas habríamos tenido recursos para hacerlo y quizás todo hubiese sido distinto”, señaló.
Referente a la investigación, reconoció que tomaron contacto con la Fiscalía, y que le manifestaron que por falta de antecedentes la investigación había sido cerrada, aunque a juicio de la familia aquello se produjo por el cambio de fiscal en el caso.
“Ya perdimos la esperanza hace rato, porque cuando conversé con el señor (Francisco) Meneses (ex jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI) cuando nos encontramos en el aeropuerto, me dijo que había que perder la esperanza porque iba a ser difícil que aparezca, argumentando que la fauna marina en Punta Arenas es muy complicada. Me dijoque no la íbamos a pillar nunca más”, indicó Eduardo Solís.
Consultado sobre lo que ellos creían como familia sobre lo ocurrido con Irma, indicó que “todo apuntaba a que su ex pareja sería el autor de la desaparición de ella. Nunca tuvimos contacto con él, y agradezco la preocupación de algunas personas de Magallanes”, concluyó.
Hoy el enigma continúa abierto, debiendo la familia enfrentar el sabor amargo de no haber sabido más de su querida hija.