Expertos de la Pontificia Universidad Católica, analizaron los suelos y vegetación de Isla Riesco, especialmente, el área donde se circunscribe la futura extracción de carbón en el yacimiento Invierno, para comprobar el potencial desarrollo de una estrategia de recuperación medioambiental. “No hay nada de utopía en conciliar un proyecto de carbón con el resguardo y cuidado ambiental. Hoy la tecnología, la experiencia y el conocimiento acumulado en el mundo permiten realizar mejor las cosas”, aseveró el doctor Eduardo Arellano.
Añadió que la evolución de las minas a rajo abierto, los impactos y la seguridad deben ser altamente consideradas con el objetivo de afirmar el éxito de la restauración del ecosistema previo al inicio del proyecto. “El lugar donde se ubicará el rajo en Isla Riesco es mayoritariamente praderas de especies exóticas e introducidas en distinto grados de degradación. Por eso, la propuesta de restaurar los bosques originales de ecosistemas dominados por bosques de lenga en zonas abierta es el gran e inédito desafío”, advirtió el científico.
A su vez, puntualizó en que en otros países ya se han cumplido proyectos de rehabilitación de zonas en que se extrajo carbón, y que en el caso local en plazos de dos o tres años de comenzada la plantación, se puede comprobar el éxito o el fracaso del trabajo.
Según Arellano, resta que los organismos involucrados coordinen los esfuerzos y se realice un cabal cumplimiento de las normas legales respecto de las explotaciones mineras y reforestación.