En la ceremonia, el Mandatario reconoció a las ministras Carolina Schmidt y Evelyn Matthei como las grandes "baluartes y líderes" de la implementación de este beneficio. El Presidente Sebastián Piñera encabezó este miércoles la celebración de la entrega del postnatal de seis meses número 60 mil en el país, en compañía de la ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Carolina Schmidt, y su par del Trabajo, Evelyn Matthei, a quienes reconoció por su labor en la implementación del beneficio.
Durante la ceremonia desarrollada en el Jardín Infantil Mundo Feliz de San Bernardo, el Mandatario destacó que "pocas políticas públicas me han llenado más de alegría y he estado más convencido de su necesidad que lo que hicimos con el postnatal".
Por ello, reconoció el trabajo realizado tanto por Schmidt como por Matthei para lograr la aprobación de esta medida en el Congreso, a quienes calificó como "baluartes y líderes de este proceso" y unas "fanáticas" de la implementación del beneficio.
"Este es un logro de nuestro gobierno, pero no es un logro solamente de los niños, de las mujeres, sino que de todos y todas las chilenas y chilenos y esperamos que cuando se cumplan los nueve meses del postnatal hagamos una gran celebración en nuestro país", dijo Piñera.
Acto seguido, el jefe de Estado agregó que esta medida es "una política que durante 40 años la queríamos, la esperábamos, pero que llegó gracias al empuje, la decisión, el coraje y también el permanente compromiso de dos mujeres: la ministra Carolina Schmidt y la ministra Evelyn Matthei".
El Mandatario ejemplificó el valor e importancia de la implementación del postnatal de seis meses en el caso de una de las madres presentes en el acto y recordó que el nivel de desarrollo del país no se mide solamente por sus indicadores macroeconómicos, sino por la felicidad de sus habitantes.
"El grado de desarrollo de un país no se mide solamente por la inversión, el trabajo, el ahorro y el Producto Interno Bruto, también se mide por si Marjorie va al trabajo llorando o sonriendo. Con su primer niño iba llorando, porque lo tenía que abandonar a los tres meses, lo cual es demasiado temprano y con su segundo niño iba sonriendo, porque sabía que había podido compatibilizar su rol de madre con su rol de trabajadora", concluyó.