12 de junio de 2025
El tiempo - Tutiempo.net

Avenida España #959
61 2 292900

Súmate a nuestras redes sociales

Ediciones Anteriores

Buscador de noticias

RECIBE GRATIS

Diario El Pingüino todos los días donde quieras.
Lo último de nuestras redes sociales
Columna de opinión

Cómo controlar las rabietas

opinion
16/05/2023 a las 18:25
Periodista Web 3
1170

Rosa Martínez, Sicóloga

Las rabietas son una manera de expresar frustración, enojo u otro tipo de malestar emocional. Al no disponer de mayores recursos, el niño explota en un estallido de patadas, gritos y llantos.

Los berrinches son algo natural alrededor de los dos años de vida de los niños. En esta etapa necesitan elegir, imponerse, saltarse límites y oponerse al adulto para demostrar su propia identidad. Esto no es una tarea fácil y por eso a veces usará la rabieta como estrategia. Por otro lado, los párvulos quieren hacer muchas cosas, pero a menudo su voluntad está por encima de sus capacidades y esto los conduce a la frustración y a la rabieta. Otra de las causas de las rabietas son el cansancio y el agotamiento. Por otra parte, en las últimas horas del día los niños están cansados y les cuesta buscar respuestas, recursos y alternativas de comunicación, por lo que suelen recurrir a los berrinches. Además, las necesidades básicas no cubiertas como: hambre, sueño, cansancio, hacen que el niño se irrite y cualquier cosa le moleste y le genere disgusto.

Las principales causas de las rabietas en los preescolares son los siguiente:

- Necesidad de desarrollar su autonomía que se ve frenada, porque aún no está preparado para ser completamente independiente.

- No poder tener o hacer todo lo que desea.

- No poseer todos los recursos para expresar lo que está pensando o sintiendo.

Algunas sugerencias para manejar las rabietas:

- No hay que prestar atención a la rabieta. Si se responde de forma automática a la rabieta, por ejemplo: entregarle de inmediato algo que está exigiendo y que no necesita, esto impedirá que el pequeño aprenda a tolerar esa frustración. Debe aprender que con las rabietas no consiguiera su objetivo.

- Hay que esperar que el pequeño se calme, entonces hay que actuar. Cuando el pequeño esté bajo una rabieta, deje que siga con esa conducta y no le preste atención. Recuérdele que debe calmarse. Cuando este sosegado actúe.

- Explíquele sin alterarse, que cuando él se tranquilice le prestará atención y en conjunto verán cómo solucionar la situación.

- No pierdas la calma, un enojo o disgusto de su parte, es una forma de prestarle atención. Así el pequeño aprenderá que su rabieta funciona.

- Hay que actuar con firmeza y constancia, mostrándole cariño y no rabia. Dígale algo así como: “Si no te calmas no sabré qué es lo que te pasa, cuando te tranquilices me lo explicas y hacemos algo”.

- Desvíe la atención del niño hacia otra cosa. Si puede en el momento de la rabieta o justo antes de que empiece, desvíe la atención del pequeño. Cambie de tema de conversación o muéstrale algo que le guste.

- Procure que los pequeños descarguen tensiones. Por ejemplo: llévalo al parque, a andar en bicicleta.

- Sea compresivo y censure la rabieta, pero nunca su persona, Por ejemplo, dígale: “Tus rabietas hacen que me desesperen” (conducta) Jamás le diga frases como la siguiente: “Porque eres malo haces berrinche” (alude a su persona).

Pingüino Multimedia entrega este espacio a su público para la expresión personal de opiniones y comentarios, apelando al respeto entre los usuarios y desligándose por completo del contenido de los comentarios emitidos.

Comentarios


Publicidad