Lo que habría sido reportado inicialmente como un atropello en la esquina de Chiloé con Balmaceda, fue rápidamente desmentido y corregido al llegar al lugar y conversar con testigos de lo sucedido.
Según lo informado por uno de sus amigos, con quien pasó sus últimos minutos de vida, habían estado compartiendo algunos tragos y Marcelo Paredes ya habría mostrado signos de salud deplorable, escupiendo sangre. Al llegar a la esquina mencionada, se descompensa en sus brazos, desmayándose, y tras recostarlo en el suelo, sufre convulsiones y fallece en el lugar.
A la llegada del SAMU, corroboraron que ya no presentaba signos vitales y procedieron a taparlo con una manta a la espera de que Carabineros llegase a registrar el procedimiento y tomar declaraciones a los principales testigos del suceso.
Paredes, de 50 años, se había desempeñado como pescador en Punta Arenas y alrededores, pero hace varios años vivía en situación de calle, alojando de manera intermitente en el Centro de Referencia FIDE XII, ubicado en Balmaceda 621. Fue conocido por muchas personas en el centro de la ciudad, quienes lamentaron profundamente su fallecimiento.