El programa “Vivienda Primero” representa un cambio de paradigma en el abordaje de la situación de calle. Su llegada a Magallanes no solo implica una inversión pública significativa, sino también una apuesta por la dignidad como base para la reinserción social.
A diferencia de modelos tradicionales, esta iniciativa —impulsada por el Ministerio de Desarrollo Social y ejecutada por el Hogar de Cristo— invierte el orden: primero se entrega un hogar, luego se acompaña el proceso de recuperación personal y social.
“Nadie puede rehacer su vida si no tiene un lugar donde dormir”, resume Álvaro Rondón, jefe de Operación Social del Hogar de Cristo en la región. Su equipo, compuesto por psicólogos, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales, será clave en el acompañamiento de los beneficiarios que accederán a las viviendas arrendadas en Punta Arenas.
El programa prioriza a personas mayores de años, con más de cinco años en situación de calle y alto nivel de vulnerabilidad. La selección se realiza con criterios técnicos y contempla un compromiso formal de convivencia y cuidado del espacio.
Con una duración inicial de meses y una inversión de millones de pesos, “Vivienda Primero” se suma a otros dispositivos sociales ya implementados en la región. Se espera que esta experiencia marque un precedente en la forma en que se diseñan las políticas públicas para personas en situación de calle.
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