En la sociedad actual, es preocupante observar la falta de conciencia entre la juventud respecto a la importancia de los procesos electorales y la educación cívica. Conversaciones con jóvenes revelan un gran desconocimiento sobre las próximas elecciones y las funciones de los cargos a elegir. Este vacío en la formación cívica dentro de las instituciones educativas contribuye a mantener a la población en la ignorancia sobre asuntos cruciales para el país.

Muchos jóvenes desconocen qué se elige en las elecciones próximas o la función de cada cargo. Este desconocimiento es peligroso, ya que perpetúa la idea de votar por simpatía en lugar de por capacidad y conocimiento técnico. Es esencial que los votantes comprendan que la idoneidad para el cargo va más allá de la popularidad de un candidato.

Un médico o un periodista pueden ser expertos en sus campos, pero si carecen de conocimientos en administración pública, su gestión puede ser deficiente.

Un ejemplo claro de esta situación es el actual gobierno, cuya gestión ha sido marcada por los peores resultados económicos en tiempos recientes. La elección de candidatos populares pero sin la experiencia o formación necesaria en áreas clave ha llevado a resultados desastrosos. Recordemos el caso de un alcalde con experiencia en relato deportivo pero sin habilidades administrativas, cuya gestión fue un fracaso evidente.

Pero no solo se trata de elegir por capacidad, sino también de entender las consecuencias de nuestras decisiones. El aumento exorbitante del precio de los combustibles es un claro ejemplo de cómo las políticas gubernamentales impactan directamente en el bolsillo de los ciudadanos. Bajo el gobierno actual, hemos sido testigos de cómo el valor de los combustibles se ha duplicado, afectando el presupuesto de la mayoría de las familias chilenas. Este aumento, combinado con un porcentaje histórico de desempleo, evidencia la necesidad urgente de elegir líderes capaces de gestionar eficientemente los recursos y proteger el bienestar de la población.

La invitación tanto a los jóvenes como a los adultos es tomar conciencia de la importancia del voto informado. No se trata solo de elegir por simpatía, sino por capacidad y conocimiento. Al votar, estamos contratando a personas para administrar nuestra región, ciudad o incluso el país en algún momento. Todos necesitamos que las cosas se hagan correctamente y eso comienza eligiendo a los candidatos más capacitados y preparados para el cargo.

Es fundamental entender que las decisiones que tomemos en las urnas tienen repercusiones directas en nuestras vidas y en el futuro del país. No podemos permitirnos elegir a líderes basándonos únicamente en la popularidad o la simpatía personal. Es momento de priorizar el conocimiento, la experiencia y las capacidades de los candidatos para asegurar una gestión eficiente y responsable de los asuntos públicos.